lunes, 23 de febrero de 2009

A escena!


Hay algo exibicionista y egocéntrico en todo aquello que implica mostrar nuestras habilidades al mundo.

Es esa pequeña parcela del alma que se enciende con la aprobación del projimo.

Sentir a los demás pendientes de nuestros actos, causa vertigo, pero tambien emoción. Es presentarse desnudo al juicio ajeno.

El artista, en todas sus manifestaciones, no existe si su arte queda oculto, pues sólo cobra sentido cuando es apreciado por otros.

De todas las artes, la mía es la que rige la musa Talía, pero mi escenario es una tarima con una pizarra al fondo y una grada enfrente.

Hay algo en esto que me llena.....mucho más que otras cosas.

Buscando en las motivaciones que me impulsan a dejarme la garganta frente a otros me gusta pensar que soy el Sensei que enseña a los discipulos a defenderse en la vida.

Quiero pensar que mis palabras serán algún día sus armas, y lo que sacarán de mi servirá para guiar sus pasos profesionales.

Es un bonito pensamiento....pero el trasfondo creo que debo buscarlo en mis genes. Todavía en mis venas late sangre de artistas, que cada noche se dejaban la voz y la piel en un escenario y daban vida a personajes para mitigar las penas de su público, al menos durante unas horas.

Soy heredera de aquellos cuya memoria permanece inmortal en las páginas de la historia y que fueron en su época, adorados como dioses.

El esplendor ya no está, ni la magia del telón y los aplausos, pero como tenue vestigio de aquello, mi corazón se acelera cuando entro en el aula y ocasionalmente encuentro en unos ojos el brillo de la ilusión del conocimiento, del afán de aprender, de la ilusión por lo desconocido.

Lejos estoy de aquello, pero me gusta pensar que mi profesión está más alejada de la monotonía de una actividad económica para acercarse un poco más al arte.

miércoles, 4 de febrero de 2009

"El Señor ayuda a quienes ayuda se procuran"


Ya está bien de lamentarse!

Ayer tuve una revelación. El cuerpo y la mente entran en un cículo vicioso de mala salud y pena mora de manera que se retroalimentan en un ciclo de atrezzamiento infinito.

Así pues, nada de mal rollo, nada de mal carma, nada de yuyu, nada de penas, nada de chorradas diversas porque el mundo está para bajarse en marcha y es para castigar al que se queje por un quítame allá esas pajas.

No puede ser, hay que sobreponerse al cansancio, hay que moverse, hay que sacudirse la desidia y poner al mal tiempo buena cara.

No puedo cambiar que llueva, meteorológicamente y otros afines más mundanos, pero si puedo cambiar el talante con el que me lo tomo.

He decidido que la primavera va a llegar aunque siga lloviendo, así pues....queda terminantemente prohibido por decreto, que los virus y el mal carma, campen a sus anchas por mi vida.

Voy a cambiar la cara, y el espíritu, talante positivo y cosas buenas. Empecemos por regar y abonar el campo a mi alrrededor y sembrar flores.

Un poeta anónimo dijo "siembra de flores tu camino, porque aunque no sepas a dónde se dirige, rodeará de perfume tu andadura".

Esta tarde me voy a una floristería, para empezar...ya asoma el sol tras las nubes.

Flower Power!

martes, 3 de febrero de 2009

Que bien se está cuando se está bien!!!!!

Esto que parece una obviedad, no lo es en absoluto.

Llevo mala tantos días, que ayer decía "ya no recuerdo la sensación de encontrarme totalmente bien".

Estornudos, toses, dolor de espalda, de cabeza, cansancio.....he ido empalmando resfriados, gripes y virus diversos de manera que estoy agotada.

Esa maravillosa sensación de no sentir el cuerpo es la felicidad plena...no lo notas PORQUE NO TE DUELE!!! Si lo notas es que algo va mal.

Cuando notas el aire al atravesar la faringe, cuando sientes los pulmones en la espalda al inspirar, cuando notas la conexión del oido y la garganta....eso es Maladie, como dicen los franceses.

Estoy hasta el moño de mi mala salud. No parece que vaya a morirme de esto, pero lo cierto es que últimamente tengo una pésima calidad de vida.

Lo peor es la falta de fuerzas, el cansancio infinito, la necesidad imperiosa de cerrar los ojos por agotamiento extremo.

Quiero que pase, quiero salir a la calle, andar, montar en bici, ir de copas, hacer algo además de coger fuerzas para sobrevivir a una nueva jornada.

Pasará sin duda, pero desde luego este invierno estará en el top 10 de los más duros de mi ya no tan corta vida.

Saludos y defensas para todos!