jueves, 31 de diciembre de 2009

Se nos acaba el 2009


Estoy sola en la oficina, fuera está lloviendo, igual que estos últimos 15 días...

La noche se presenta incierta, es un síntoma más de la Noche de Fin de Año.

Recuerdo que hace unos años me angustiaba esta incertidumbre, la fiesta tenía que ser perfecta...pero lo cierto es que nunca lo era.

Normalmente llovia, el maromo de turno era un tostón, el lugar no molaba o bien una bonita mezcla de todo que daba lugar a situaciones dignas de una peli de Woody Allen. Algún día escribiré un guión de la noche de 1995.

Pasaron los años y comencé a perder la aprensión a Fin de Año, las buenas compañías mejoran cuaquier situación. Tambien la pérdida del miedo a la desilusión y al "todo debe ser perfecto".

Desde hace unos 10 años, los fines de año cada vez son mejores y creo que en parte es porque me da un poco igual, sé que todo lo que pueda torcerse, probablemente lo hará pero sin embargo, me lo pasaré bien. Es lo que tiene la experiencia, te da una nueva perspectiva de la vida.

Hoy un año más, no se si tendremos fiesta, si habrá entradas, si lloverá (seguro) o nevará...pero lo cierto es que no me importa demasiado, porque lo realmente importante es la compañía.

No obstante sigo conservando algunos rituales de los que me cuesta deshacerme...el vestido, las uvas...y sobre todo no quedarme en casa en el brasero. Aunque llegará el día en que esa será la opción y sospecho que no me importará demasiado.
Hoy se acaba un año de luces brillantes y algunas sombras.

Me entristece más el año de otros que el propio, porque en mi caso, debo decir que ha sido un buen año.

Al próximo 2010 le pido salud, dinero y amor para todos...topicazo que a medida que pasan los años considero que es el triunvirato de la felicidad porque es dificil disfrutar de los otros dos si te falta alguno de ellos.

Pero por poner nombre a los deseos pediré:
Salud para los míos.
Seguridad en el trabajo para los que lo necesitan.
Maternidad para mis amigas.
Tiempo para todos los que nos falta.
Ratos felices.
Capacidad para saber la medida real de las cosas.
Ilusiones.
Momentos inolvidables.
Retos, metas cumplidas, logros personales y profesionales.

Y esa felicidad que ensancha el alma y alegra los corazones, que sensibiliza al espíritu más terco y hace saltar las lágrimas.

Sé que pido mucho, pero ya estará la vida para hacerme una rebaja.

No quería acabar el año sin dar las gracias a todos por todo lo bueno que traen a mi vida.

Que el próximo año colme nuestro espíritu y nuestro corazón, nos haga mejores personas y en contra de lo que algunos piensan, que el bien fluya para que nuestra vida y la de los que nos rodean esté repleta de luz y calor.

Feliz 2010!!!!!!!