martes, 5 de mayo de 2009

El mar


Debe ser cosa de la edad....

Recuerdo hace años, que para mi las vacaciones en la playa eran un hecho sin más trascendencia. El mar, era un elemento más del paisaje y el sonido de las olas, algo a lo que casi no prestaba atención.

Pero con el paso de los años siento que el mar ejerce sobre mi un hechizo que me atrae y todo el tiempo me parece poco para deleitarme con su aspecto cambiante, su olor, su color, su inmensidad...

Es una especie de fascinación que me inunda de manera que considero como tiempo perdido todos los momentos que paso a su lado sin mirarlo, pendiente de un libro o dormitando.

El rumor o el estruendo de las olas, la espuma que salpica las rocas cuando está furioso y se revuelve en un ir y venir contra la costa.

La gandiosidad de los acantilados, cayendo a pico sobre las rocas que aguantan las embestidas del mar....

Estoy deseando volver, tanto a las plácidas arenas que acaricia mansamente como a los escarpados montes que se precipitan al mar...

1 comentario:

mirifice dijo...

Voy contigo!!!!
Un beso!
Eva